
Cuando hablamos de color en la vida cotidiana, nos referimos a los colores que vemos y éstos no son más que la interpretación de nuestro cerebro de las distintas ondas de luz que percibimos; es decir, de todo el espectro electromágnetico, percibimos ondas con un rango de longitud de onda concreto (las que llamamos "visible") y dentro de este rango, percibimos las distintas longitud de onda en forma de colores.
En el caso de los astros, de todo aquello que podemos observar en el cielo que emita luz (estrellas, galaxias, nebulosas), según el color que vemos, podemos deducir pistas tanto de su edad como de su composición química.
En los extremos del rango del visible tenemos el rojo y el azul y son estos dos colores los que realmente distinguimos (y con dificultad) a la hora de observar el Universo.
Así, para las galaxias tenemos que:
- Si en una galaxia (galaxia = conjunto de estrellas) predomina el color azul, significa que sus estrellas son muy jóvenes y que, por tanto, habrá formación de estrellas conteniendo todavía mucho gas, polvo interestelar y nebulosas. Por ejemplo, la Galaxia Remolino o Whirlpool Galaxy en inglés (también conocida como M51 en el Catálogo Messier):
- Si en una galaxia predomina el color rojo, significa que sus estrellas son ya de varios miles de millones de años de antigüedad y que, por tanto, no habrá ni formación de estrellas ni gas, ni polvo interestelar ni nebulosas. Por ejemplo, la Galaxia Centaurus A (también conocida como NGC 5128 en el New General Catalog):
En el caso de las nebulosas (nebulosa = región del Universo entre las estrellas consistente en una nube de hidógeno y helio con partículas de polvo en suspensión compuestas de otros elementos químicos más pesados e incluso de moléculas), la información que obtenemos del rango óptico (de la luz que nos llega a los ojos) es muy valiosa porque analizando las distintas ondas podemos deducir qué elementos químicos (helio, oxígeno, nitrógeno, azufre, argón, neón, hierro...) las componen.
Por último, matizar que la palabra "color" también hace referencia, ampliando su concepto, al resto del espectro electromagnético: ultravioleta, infrarrojo, etc...